_PALMERA ASESINA
En el lugar donde trabajaba este verano me encargaba entre otras cosas, de ayudar a las chicas del baño asistido a llevar arriba y abajo las tumbonas para que las personas con movilidad reducida pudieran hacer uso. Concretamente trasladábamos, o más bien, arrastrábamos (en una época mejor habían tenido ruedas pero de estas ya no quedaba ningún rastro) una décima de tumbonas, haciendo viajes de dos en dos, por un camino pedregoso de unos 400 metros, bajo la luz imponente del sol y el calor asfixiante. No era una tarea agradable y nuestra espalda se resentía día tras día.
Así que aprovechando la aparición de varios carros de Alcampo que sospecho que algunos jóvenes abandonaban allí cerca después de haberse divertido con ellos durante la noche, decidí poner fin a esta problemática, o al menos intentarlo. Cogí un martillo y un destornillador y me dispuse a separar la cesta de plástico del carro de la parte metálica con ruedas, todo ello disimuladamente ya que mi contrato laboral no incluía este tipo de prácticas. Busqué algo que sirviera como base para sostener las tumbonas y finalmente uní ambas partes. Resultado? Un carro para llevar un máximo de 9 tumbonas (más churros, gafas, carpetas, etc.) y nuestras espaldas liberadas de fracturas.
Diseño? Un apaño? Qué más da. Tan sólo un problema y una solución. Pero no cualquier solución, una fácil hubiera sido comprar un carro, me refiero a una solución responsable, sostenible y consciente. Y no hace falta ser un genio ni tener mil recursos, se trata de observar, detectar y hacer lo que se pueda con lo que hay al alcance, sin generar más residuos, aprovechando lo que ya hay para volver a hacerlo útil a la vez que se intenta que este mundo vaya, al menos, un poco mejor.
EL CARRO